lunes, 6 de septiembre de 2010

Wolfgang Lunae Salutem

No entiendo exactamente cómo pueden los sueños ser tú interior, como mencionas al inicio de tu carta, y ser independientes de ti, como desarrollas con detenimiento a lo largo de la exposición. Lo cierto es que, mientras la leía, no pude evitar recordar una leyenda de corte no muy antiguo, que me gustaría relatarte pues, tal vez, te ayude a develar un poco el misterio de tus sueños.

"En alguna ocación un grupo de amigos que viajaban en un vehículo, sufrieron un accidente. Entre los integrantes de este grupo había una pareja de jóvenes enamorados. Luego del accidente, la muchacha despertó desconcertada en su cama. No había sufrido ni un rasguño aparente, pero se sentía adolorida y confundida. Lo primero que hizo fue buscar a su amado. Tristemente, al llegar a su casa se encontró conque él había muerto en el accidente y sólo alcanzó a llegar a su funeral. Ella estaba debastada. Lloró durante varios días y noches sin que nada ni nadie pudieran consolarla. Finalmente, el agotamiento la venció y se quedó profundamente dormida. En sus sueños encontró a su amado, quien luego de llevarla por una maravillosa aventura le decía que todo estaría bien y le pedía que por favor despertara. Al despertar ella se encontraba nuevamente en su cama y debía afrontar la realidad de que él estaba muerto. Ella contó a sus amigos su extraño sueño y les decía que sentía que él en algún lugar seguía vivo, que podía sentirlo, pero ellos le dijeron que todo se debía al gran cariño que le tenía, pero que debía dejarlo ir.

"Sin embargo, cada noche, cuando ella dormía, soñaba con él, cada vez una nueva aventura. Viajes en barco, selvas, maravillosos lagos, animales exóticos. En fin, un sin fin de imágenes que ella vivía a lado de su amado. Pero sus sueños siempre terminaban de la misma manera, él le decía "Todo va a estar bien, pero por favor, debes despertar", entonces ella despertaba en su cama, triste y con una amarga sensación en el alma. Así transcurrían sus días, hasta que una noche pensó en enfrentarse a su sueño, intentar mantenerse conciente lo más posible durante su sueño. Aquella noche él se apareció descendiendo del cielo en una nube. Ella le dijo "¿Qué quieres? ¿Por qué me atormentas de esta manera? No es que me moleste verte en sueños, pero despertar es tan horrible que yo preferiría dormir para siempre para poder estar contigo". Él le respondió "No, yo estoy bien, estoy vivo, debes buscarme, mira, te diré un secreto, algo que sea real, algo que sólo yo sé y que tú podrás comprobar y te ayudará a buscarme. Antes del accidente yo había escrito una carta para ti, pero no te la entregué, está incompleta, la encontrarás en un cajón de mi escritorio, pero por favor, debes despertar ahora".

"La muchacha muy entusiasmada fue a la casa de su amado, buscó la carta en su escritorio y, efectivamente, ahí estaba la hoja de papel, con algunas palabras escrita, sin terminar. Ella contó a sus amigos lo que había vivido, pero ellos siempre le respondían que no guardara muchas esperanzas, que había grandes posibilidades de que en algún momento él le hubiera mencionado la existencia de la carta y que ahora ella lo recordaba en sus sueños. Pero ella no se dio por vencida, esperaba la noche para poder dormir y hablar con su amado. En su siguiente sueño ambos viajaron en un carruaje hacia el polo norte. Ella sentía mucho frío y él se quitó su abrigo, le dio un beso y le dijo: "por favor, debes despertar". Al despertar, se encontraba en su cama, pero esta vez algo fue diferente, el abrigo que él le había dado en su sueño cubría su espalda. El hecho la atemorizó, pero le daba una esperanza, debía buscarlo, debía encontrarlo. Nuevamente contó a sus amigos y les mostró el abrigo. Ellos le decían que ese abrigo era el que él llevaba el día del accidente, que muy probablemente se lo había quedado ella y que se lo había puesto inconcientemente antes de dormir.

"Pasaron muchos suceso extraños en su vida, pero no podía encontrar la respuesta. Y cada noche, sin excepción alguna, él la visitaba en sueños y le daba alguna pista, pero siempre le pedía que despertara. Entonces ella intentó hacer algo más, aunque sentía que ya se estaba volviendo loca. Mientras soñaba con él se sentía muy agusto, así que a la noche siguiente cuando él le pidió que despertara, ella le dijo: "No, esta vez no voy a despertar, necesito que me ayudes, que me digas donde estás, todos creen que estoy loca y yo misma siento que estoy enloqueciendo, así que por favor, no me obligues a despertar, no esta vez". Pero él le dijo: "Debes despertar, debes hacerlo ahora, por favor, debes despertar". Ella gritaba que no con todas sus fuerzas mientras el sueño se iba desvaneciendo y despertó, con toda la frente perlada de sudor, en su cama. Las noches siguientes ella trataba de mantenerse dormida, mientras él le insitía cada vez con mayor insistencia que despertara.

"Finalmente, una noche él se presentó en su sueño. Con una mirada triste y con lágrimas en los ojos le dijo: "Mi tiempo casi se ha terminado". Ella no entendía sus palabras. Ese fue el sueño más maravilloso que había tenido. Caminaron bajo una noche con el cielo estrellado. Al ver estrellas fugaces pidieron deseos. Se bañaron en un lago de agua azul, cristalina y luminosa. Al final se encontraron en la cima de una montaña, mirando como lentamente amanecía. El le dijo: "Yo tal vez ya no regrese..." ella lo interrumpió "pero ¿por qué? ¿Qué pasa? ¿Dónde puedo encontrarte? Por favor, no me abandones..." sin embargo él le dijo: "Mi tiempo se ha acabado, yo me tengo que ir, sólo quisiera que me hicieras un último favor: Despierta." Y así el sueño se fue desvaneciendo poco a poco. Aquella vez ella tardó muchisimo más en despertar, se aferraba con todas sus fuerzas a su sueño, pero poco a poco se fue acabando y no le quedó más remedio que abrir los ojos.

"Esa vez despertó en la cama de un hospital. Una enfermera la miraba estupefacta. "Por fin despertaste", le dijo. Ella creyó que se había vuelto loca y que estaba en un psiquiátrico. Le dijo a la enfermera: "Yo no estoy loca, no debo estar aqui". La enfermera le dijo: "No, no estás loca..." y se dedicó a narrarle lo que había sucedido: Ella, luego del accidente había permanecido en coma más de un año. Su amado iba todos los días a verla, le contaba historias, le leía libros, le decía cosas que sólo él sabía; los doctores creían que era eso justamente lo que había mantenido vivo su cerebro durante tanto tiempo, pero que no parecía haber ninguna mejora. También le contó que su amado tenía anemia, que luego del accidente perdió mucha sangre, lo que hizo que su enfermedad evolucionara a leusemia, y que cada día que iba se veía más débil y demacrado y que finalmente, había muerto la noche anterior, no sin antes ir a despedirse de ella y pedirle, como todas las noches, que por favor despertara"

Me parece, mi estimada amiga, que mucho me he extendido en mi narración, sin embargo consideraba importante no omitir ningún detalle. Espero que sea de utilidad para tu cacería de sueños.

3 comentarios:

  1. Hey, yo tengo una película con un argumento muy parecido a tu narración, luego te la presto.

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  2. De hecho yo me inspiré en un capítulo de "Futurama" ja.

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  3. No sé si sea la noche o la simple y hermosa obscuridad que hacen en estos escritos que las criaturas más rebeldes de la naturaleza sientan. Me gustan sus escritos, escriba ya lo seguiré de cerca!!!!!!!!!!

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