Al principio Nada existía. Nada prevalecía en la oscuridad y el silencio y dormía en perfecta armonía consigo misma. Nada tuvo un sueño que la despertó. Al despertar se contó su sueño e hizo una canción que se lo recordara. Nada desgarró el silencio, que era parte de ella, y de su canto surgieron diminutos puntos luminosos que se esparcieron por toda ella. Nada desgarró la oscuridad con una pequeña luz azul producida por su canto. Y vio lo que había hecho y se retractó a la oscuridad y al silencio, dejando a su canto y a su luz subsistir por sí mismos.
Los pequeños astros luminosos habían nacido del canto de Nada, y quisieron, en agradecimiento, ofrendar su luz azul a Nada, y bailaron en armonía con el canto, en una danza perfecta, armónica, exacta, en la cual cada astro giraba y se movía. Y la danza de los astros fue agradable a Nada. Ella les regaló su canto, y su oscuridad para que la iluminaran con su luz azul.
Y Nada regresó al silencio y la oscuridad de sí misma y volvió a dormir.
sábado, 26 de junio de 2010
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La luz es un canto de un sueño... qué lindo!!!
ResponderEliminarRealmente me gusta como escribes.
ResponderEliminar...Y volvió a dormir. Me gusta especialmente el final.
Aqui se aplica el famosisimo y recordado refran:
ResponderEliminar"Crea canciones (asustate) y echate a dormir"