Es un sentimiento extraño. Estar parado en la cima y ver el amplio horizonte y... sentirte tan vacío. Una adicción que te mata lenta y dolorosamente, pero sabes que no puedes dejarla, porque también te mata el no tenerla.
Es el grito que desgarra tu garganta, aquel que nadie escucha, aquel que se pierde en la nada. Son las palabras que no llegan a los oidos, se las lleva el viento y mueren.
Es el mirar al vacío, es mirar al amor como un fantasma, está ahí, frente a ti, y no puedes tomarlo. El fantasma que te acosa, te sigue, te encuentra, no hay escapatoria, no hay... no hay siquiera palabras. Es el silencio selpulcral que antecede a la muerte.
jueves, 26 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Interpretación oracular