Mi costumbre es ir los viernes a tomar
–E invertir mi salario en cerveza
Para alejar penas de mi cabeza–
Oculto en un rincón del oscuro bar
Salgo una noche con paso peculiar
Frente a mí una joven atraviesa
Ebrio quedo por su extrema belleza
Y le Digo “¿Te puedo acompañar?”
Apresurados vamos a su casa
Ella muerde mi cuello con fiereza
Mientras me desangro el tiempo pasa
Despierto recostado en la Marquesa
Y débil por la tremenda resaca
Insufrible es el dolor de cabeza.
viernes, 18 de marzo de 2011
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Bien hecho, sigue practicando
ResponderEliminarSe te fueron unas de 10, pero se arregla fácil, esta bueno.
ResponderEliminarPues yo no soy un gran poeta, ni en el aire las compongo.
ResponderEliminarElla no diría eso, deja de suplantar personalidades.
ResponderEliminarLo siento, no fue mi culpa, tomó mi ipod para poner su comentario, yo no me di cuenta, luego yo tomé mi ipod y quise dejar otro comentario, automáticamente lo dejó desde su cuenta. Ella tiene la culpa por no cerrar sesión.
ResponderEliminarPues me lo quitaste luego luego, ni tiempo me dio de cerrarla. ja
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